El ejército destituye a Mursi y se desata la alegría en El Cairo

El ejército egipcio destituyó este miércoles al presidente del país, Mohamed Mursi, al expirar el ultimátum dado hace dos días, sustituyéndole por el presidente del Constitucional y anunciando elecciones anticipadas, mientras la alegría estallaba en El Cairo y Mursi llamaba a resistir "pacíficamente", dijo un allegado.
Egipto vivía este miércoles horas de máxima tensión al expirar un ultimátum del ejército al presidente egipcio, Mohamed Mursi, que se niega a dejar el poder y asegura estar dispuesto a "dar la vida" para preservar su "legitimidad".
El presidente egipcio y otros dirigentes islamistas tienen prohibido salir de Egipto, indicó este miércoles una fuente de seguridad. Funcionarios aeroportuarios confirmaron a AFP que habían recibido órdenes de impedir que estos dirigentes, incluyendo a Mursi, al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y al número dos de la cofradía, Jairat al Shater, salgan del país.
El ejército egipcio desplegó decenas de blindados cerca de distintos lugares de El Cairo donde estaban congregados partidarios del presidente Mursi, constató AFP. Una fuente militar declaró a la agencia Mena que había tenido lugar un despliegue masivo de tropas en los barrios de Nasr City, Heliópolis y cerca de la universidad de El Cairo, en momentos en que un consejero de Mursi denunciaba un "golpe de Estado militar".
El líder opositor Mohamed ElBaradei, el patriarca copto Tawadros II y el gran imán Ahmed al Tayeb de Al Azhar, principal autoridad sunita de Egipto, anunciarán una "hoja de ruta" que prevé una "corta" transición antes de que se realicen elecciones, indicaron este miércoles medios egipcios.
Decenas de miles de manifestantes que exigen la renuncia del presidente Mursi estaban concentrados en la plaza Tahrir de El Cairo, cuando faltaba poco para que expirase el ultimátum lanzado por las Fuerzas Armadas contra el jefe de estado islamista. "¡Lárgate!", gritaban los manifestantes dirigiéndose a Mursi, que en la víspera pronunció un discurso rechazando el ultimátum de las Fuerzas Armadas y diciendo que no iba a renunciar. "El discurso nos ha alentado a pedir aún más fuerte su partida", dijo Maher, un manifestante de 55 años, en diálogo con AFP. "Nos quedaremos en la plaza Tahrir hasta que se vaya y será hoy si Dios quiere", agregó.
La mayoría de los manifestantes llevaban carteles que dicen "¡Mursi lárgate!" y otro cartel pedía "Agua, electricidad, carburante". Una joven manifestante con velo, Ruaya, 19 años, rechazó el discurso de Mursi, en el que hizo valer la "legitimidad" obtenida en la primera elección democrática de la historia del país. "Repitió al menos mil veces la palabra legitimidad como si nosotros no existiéramos. La legitimidad depende del pueblo que hoy manifiesta en todos lados contra él", dijo Ruaya. "Hoy las Fuerzas Armadas son la única institución que nos protege", dijo Abir, una manifestante de 40 años, mientras a su alrededor el gentío gritaba "ejército y pueblo unidos".
También se registraban manifestaciones contra Mursi en otras ciudades egipcias, como Alejandría (norte) y Port Said, en el Canal de Suez. Desde el inicio de las manifestaciones el domingo, se registraron en la plaza Tahrir y sus alrededores una centena de agresiones sexuales, informó este miércoles la organización Human Rights Watch (HRW).
El ultimátum del ejército para que Mursi "satisfaga las reivindicaciones del pueblo" se cumplía este miércoles a las 14H30 GMT, tras lo cual, la institución militar publicará un comunicado.
Poco antes de expirar el ultimátum, el jefe del ejército egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, se reunía con el representante de la oposición, Mohamed ElBaradei, con jefes religiosos y representantes de partidos islamistas. Sus conversaciones, según una fuente militar, se centran en una 'hoja de ruta' que el ejército amenazó con aplicar tras expirar el ultimátum lanzado a Mursi. Abdel Fatah Al Sisi había afirmado previamente que los militares están dispuestos a morir para defender al pueblo de los "terroristas" y extremistas. "El comandante general de las fuerzas armadas dijo que era más honorable para nosotros morir que permitir que el pueblo de Egipto fuese aterrorizado y amenazado", indicó una declaración con el título "Las horas finales", en una página de Facebook relacionada con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. La cúpula militar egipcia mantuvo además este miércoles una reunión de crisis horas antes de la expiración del ultimátum.
Durante la madrugada este miércoles, 16 personas murieron en un ataque armado contra una manifestación en apoyo al presidente islamista en las afueras de la universidad de El Cairo. Otras siete personas murieron en choques en otros lugares de la capital egipcia.
Por otra parte, según la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), casi cien agresiones sexuales fueron cometidas en la Plaza Tahrir y sus alrededores en menos de una semana durante las manifestaciones contra el presidente Mursi.
Mursi, dispuesto a "dar la vida"
"El pueblo me eligió en elecciones libres y justas [...] y voy a continuar asumiendo mis responsabilidades", había dicho Mursi en un discurso en la televisión el martes por la noche. Tras advertir contra la "trampa" de la violencia "sin fin", que ya ha dejado 47 muertos en una semana de manifestaciones, Mursi dijo estar dispuesto a "dar la vida" para proteger su legitimidad como presidente electo. En Twitter, la presidencia pidió explícitamente al ejército que retire su ultimátum. "[El presidente] pide a las fuerzas armadas que retiren su advertencia y rechaza cualquier imposición, interna o externa", indicó el mensaje.
El periódico gubernamental Al Ahram reveló las intenciones de la "hoja de ruta" del ejército, en un artículo titulado "Hoy, despido o dimisión". El plan supondría la suspensión de la Constitución aprobada en diciembre, que la oposición acusa de facilitar la islamización del país, y la instauración de un gobierno provisional durante un año que incluiría al presidente del tribunal constitucional y un militar de alto rango.
El movimiento opositor Tamarod ('rebelión' en árabe), que el domingo movilizó a millones de personas contra el presidente en una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia del país, acusó a Mursi tras su discurso de proferir "amenazas contra el pueblo".
El martes, miles de opositores se reunieron de nuevo en la emblemática Plaza Tahrir -epicentro de las manifestaciones de 2011 que desembocaron en la renuncia de Hosni Mubarak tras tres décadas en el poder- y cerca del palacio presidencial gritando '¡Vete!".
Tras la caída de Mubarak, en febrero de 2011, el ejército gobernó el país hasta la toma de posesión de Mursi el 30 de junio de 2012. La oposición es favorable al ultimátum del ejército, al que considera un aliado para echar al presidente del poder, acusado de querer instaurar un régimen autoritario apoyado en su movimiento, los Hermanos Musulmanes. Mursi está cada vez más aislado y desde el lunes cinco ministros de su gobierno, incluyendo el de Relaciones Exteriores y su propio portavoz, han presentado su dimisión.
La situación de Egipto preocupa al resto del mundo y en Bruselas, la jefa de la diplomacia la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, pidió este miércoles "moderación" y diálogo político. "El enfrentamiento no puede ser una solución", dijo Ashton en un comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había llamado el martes a su homólogo egipcio para expresarle su preocupación y dijo que Washington cree firmemente en "el proceso democrático en Egipto y no apoya a ningún partido o grupo".AFP