Estados Unidos se aseguró el acceso en redes de fibra óptica

El Gobierno de Estados Unidos, al aprobar las ventas y fusiones de empresas operadoras de redes de fibra óptica internacionales se aseguró el acceso para su vigilancia, afirmó hoy el diario The Washington Post.
Hay en el mundo unos 885.000 kilómetros de cables de fibra óptica que cruzan los océanos y transportan cantidades enormes de información a la velocidad de la luz. En las últimas dos décadas ha aumentado la participación de empresas no estadounidenses en la adquisición de las firmas operadoras.
Esto, según el Post, "ha complicado las labores de vigilancia estadounidenses".
El diario, que atribuye su información a personas familiarizadas con el asunto y a documentos disponibles para el público, puso como ejemplo la venta en 2003 de la firma Global Crossing a una empresa asiática.
"En meses de conversaciones privadas un equipo de abogados del Buró Federal de Investigaciones (FBI), y los departamentos de Defensa, Justicia y Seguridad Nacional exigieron que la compañía mantuviera lo que vino a ser una célula corporativa interna de ciudadanos estadounidenses con permiso para acceder a información secreta", añadió el artículo.
"Entre las tareas de este personal, según muestran los documentos, se cuenta el asegurar que las peticiones de vigilancia se cumplan de manera rápida y confidencial", según el Post.
El "Acuerdo de seguridad de red", firmado en septiembre de 2003 por Global Crossing "se convirtió en el modelo para otros acuerdos en la última década a medida que los inversionistas extranjeros adquirían partes de la infraestructura mundial de telecomunicaciones".
El propósito principal de estos acuerdos es proteger las redes de telecomunicaciones estadounidenses contra el espionaje extranjero y otras acciones que puedan dañar la seguridad nacional, y no autorizan de forma expresa la vigilancia estadounidense.
"Pero sí aseguran que cuando las agencias del Gobierno de EE.UU. busquen acceso a las enormes cantidades de información que fluye por esas redes, las compañías tengan sistemas establecidos para darla de manera segura", indicó el diario.
Para lograrlo el Gobierno ha empleado las atribuciones de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC, en inglés) que es la agencia encargada de aprobar las licencias para la operación de redes de cables.
Cuando se trató de un posible comprador extranjero la FCC "ha demorado la aprobación por muchos meses mientras el escuadrón de abogados conocido como 'Equipo Telecom' desarrollaba los acuerdos de seguridad que fueron más allá de lo requerido por las leyes que regulan las escuchas electrónicas".
"El acuerdo de seguridad en el caso de Global Crossing, cuya red de fibra óptica conectaba a 27 países en cuatro continentes, requirió que la compañía tuviese un 'centro de operaciones de red' en territorio estadounidense que pudiera ser inspeccionado por funcionarios del Gobierno con un pre-aviso de treinta minutos", señaló el artículo.
Asimismo los pedidos de vigilancia debían ser manejados por ciudadanos estadounidenses aprobados por el gobierno y sujetos a un juramento de secreto "que en muchos casos prohibían que la información se compartiera incluso con los ejecutivos y directores de la compañía". EFE