1. Mandarin Oriental Sanya (Hainan, China)
El misticismo de China se disfruta más desde la única isla tropical de aquel país, más aún si es desde esta piscina que se funde con el mar. Lo mejor de este emplazamiento es que durante todo el año el clima es cálido y sale el sol. Allá no existe eso de guardar los abrigos y sacar los bañadores. En Hainan, las chanclas son un «must» los 365 días del año. ¿Algo más? Playa privada, arrecife de coral y frondosas colinas para caminar..
2. La Purificadora (Puebla, México)
Este hotel de diseño se edificó en un inmueble que data de 1884, una planta purificadora y embotelladora de agua. El líquido vital es el que inspiró también su piscina, en lo más alto del establecimiento y con unas vistas inmejorables a la cúpula de la iglesia de San Francisco. Aunque cada vez es más común encontrar piscinas de este tipo (con el fondo a la vista), ninguna incluye el «skyline» de la ciudad colonial de Puebla (México), como esta, diseñada por el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta.
3. Rass Jodhpur (Jodhpur, India)
Imagina disfrutar desde la frescura de una piscina de un paraje que parece salido de algún cuento exótico. Eso es Jodhpur, una ciudad amurallada en la India que cuenta con un hotel boutique de lujo desde cuya piscina se puede ver toda la ciudad. Lo último en comodidad y lujo para poder conocer un sitio que tiene más de 300 años de historia. Jodhpur es la segunda ciudad más importante del estado de Rajastán, en el noroeste de la India, un territorio lleno de monumentos bellísimos.
4. Selman (Marrakech, Marruecos)
Hay diversos tipos de Marruecos, dicen. El Selman es una de las caras más lujosas del país norteafricano. La piscina de 80 metros de largo, diseñada como el resto del complejo por el arquitecto e interiorista Jacques García -autor también de la renovación de La Mamounia-, está coronada por un bulevar de palmeras. Gracias a estas dimensiones, todas las habitaciones tienen vista a la piscina. Para los más deportistas, recorrerla de punta a punta será la mejor forma de comenzar el día. El hotel se inauguró en mayo de 2012 y puede ser, sin duda, uno de los más bellos el mundo entre los inaugurados recientemente. Más allá de la piscina, es también una tentación para los aficionados a los caballos. No en vano tiene un establo en el que admirar caballos árabes pura sangre.
5. Mandarin Oriental Barcelona (Barcelona, España)
Si Gaudí se hubiera inspirado desde esta piscina, seguramente habría dejado un legado aún más amplio en Barcelona. Las vistas espectaculares que se ven desde esta terraza del Paseo de Gracia incluyen mar, montaña y algunos de los edificios insignia del arquitecto catalán. La mejor noticia: recientemente se abrió al público; ya no hace falta estar hospedado en el hotel para poder visitarla.
6. The Library (Koh Samui, Tailandia)
¿Una piscina roja? Algo así solo podría colar en la exótica Tailandia. Este hotel minimalista apostó por un mosaico rojo para vestir a la protagonista del establecimiento, que solo se ve nublada por las hermosas playas que desde ella se pueden ver. Ideal para los que escapan de los clichés. Ojo: Ko Samui es una isla en la provincia de Surat Thani, situada en la costa este del istmo de Kra. La isla es un lujo turístico menos conocido en Occidente que las clásicas playas de Phuket, pero más tentador. No faltan las playas de arena blanca y las barreras de coral.
7. San Alfonso del Mar, Algarrobo, Chile
Un lugar espectacular y poco conocido a este lado del océano. San Alfonso del Mar es un complejo residencial situado en Algarrobo, a unos 90 kilómetros de Santiago de Chile, junto al Pacífico. Tiene más de mil apartamentos en once edificios, con playa privada. Lo más curioso es esta enorme piscina-laguna artificial, de 1.013 metros de largo y 3 de profundidad máxima, que contiene 250 millones de litros de agua salada. La limpieza y claridad de sus aguas se debe a un procedimiento único de saturación de oxígeno llamado oxigenación a presión (SaO2). La piscina costó 3,5 millones de dólares, y varios años de trabajo.
8. Como Shambhala Estate (Bali, Indonesia)
Para los que siempre se sintieron atraídos por la historia de Tarzán o de El Libro de la Selva, nada mejor que una piscina a la mitad de la jungla. Ésta está ubicada en un centro de bienestar integral, a 15 minutos de Ubub, capital cultural de Bali. La filosofía del centro es ayudar al visitante a encontrar el equilibrio perfecto entre mente, cuerpo y espíritu. Esta piscina-balcón seguro que tiene un papel importante en lograr su cometido
9. Blue Palace Resort & Spa (Creta, Grecia)
Sobre la arena de Elounda, en el norte de una de las islas más hermosas de Grecia, se ubica este hotel. Su arquitectura sencilla, pero de lujo, le otorga todo el protagonismo a la naturaleza. Con estas vistas, no cabe duda de por qué los dioses griegos se resistían a permanecer en el Olimpo y bajaban cada poco tiempo a la tierra. Seguramente se daban sus escapadas a Creta.
10. The Vine (Madeira, Portugal)
Está ubicado en el corazón de Funchal. Este hotel, como el de Puebla, se encuentra a la mitad del centro histórico de la ciudad, cerca de la catedral y del puerto. Su posición permite disfrutar de las hermosas vistas de esta isla vitivinicultora. De día o de noche, un chapuzón en esta piscina, sin duda, refresca las ideas y el cuerpo de las altas temperaturas que se viven en Madeira a lo largo del año.
11. Río Calma, Fuerteventura
Otro lugar especial, y además cercano. Como bien se sabe, Fuerteventura tiene algunas de las mejores playas de España. Esta vez, nos vamos al Sercotel Hotel R2 Río Calma, de cuatro estrellas, con espectaculares vistas sobre las playas de Jandía. Entre sus instalaciones, esta piscina-lago artifical tan tentador como muestra la fotografía.
12. Hotel Fasano, Río de Janeiro
La última opción nos lleva a una ciudad de moda, Río de Janeiro. Pronto, la Copa Confederaciones de fútbol -y luego, la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos. nos invitará a viajar a Brasil. El Hotel Fasano es uno de los más de moda, y razones no le faltan, como vemos en la foto. En la azotea del hotel, la piscina proporciona una vista insólita a las playas de los alrededor, Ipanaema y Leblon, El Morro Dois Irmaos y el famoso Corcovado. Claro que el capricho no es barato: entre 800 y 3.000 euros la habitación.
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